domingo, 27 de noviembre de 2016

Viaje a la felicidad

Por Julissa Contrera

Había una vez una mujer mayor llamada Josefina, tenía 54 años, y le habían detectado una enfermedad que se curaría si ella aprendía a ser feliz. Josefina era una señora que había caído en depresión al fallecer su marido, no quería salir de su casa, se sentía muy triste y sola, y sus hijos se habían ido de viaje.
Una mañana cuando Josefina estaba tomando mates como habitualmente lo hacía sintió que golpearon la puerta. Le pareció extraño porque hacía tiempo que nadie iba a su casa. Fue hasta la puerta y cuando abrió la puerta se llevó una gran sorpresa. Era su amiga de la infancia que hacía tiempo no veía, habían pasado 32 años, 32 años en el que pasaron tantas cosas. Se dieron un fuerte abrazo y la invitó a tomar mates.
-Josefina ¡tanto tiempo! Me he enterado de lo que te ha sucedido, lo lamento- dijo la amiga con lágrimas en los ojos.
-Está bien, hace un mes me detectaron una rara enfermedad que el doctor me dijo que se curaría con felicidad, hace mucho no me sentía tan bien- expresó Josefina riéndose a carcajadas.
-Josefina vine a tu casa para invitarte a viajar conmigo. Sé que toda tu vida has soñado con irte de viaje y vengo hacer tu sueño realidad- le dijo su amiga.
Josefina decidió ir de viaje con su amiga y renunciar a lo que, después de tanto tiempo, le hacía mal. Después de ocho meses de viaje decidió mandarles una carta a sus hijos que decía:
“Queridos hijos quería contarle que ya han pasado ocho meses desde que decidí viajar, ocho meses de que renuncié a lo que me hacía mal, ocho meses en el que ya no estoy triste. Estoy feliz. Quería contarles que me hice los análisis y ya no tengo nada, mi enfermedad se curó. Bueno me voy, un beso, los amo”.

Josefina desde ese día de viaje empezó a ser feliz.

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