domingo, 27 de noviembre de 2016

Exótico

Por Florencia Torres

En las afueras de la ciudad de Oregón se encontraba un pequeño mar que contenía únicamente peces de  raras características: dientes puntiagudos, escamas de extraño color negro, y ojudos, lo que hacía a este pez poco deseado para la pesca.
Cierto día llega un pescador al lugar, tira su caña pero no tiene suerte; la tira nuevamente y lo que sacó lo impactó. Era un pez raro, difícil de describir, con escamas totalmente blancas, muy distinto a los demás. El pescador tomó al pez, lo llevó a su hogar y lo nombró Pira, ya que parecía una piraña.
Al no conocer el pez decide llevarlo a un veterinario especialista en animales exóticos, quien al verlo se sorprendió y le dijo que era un pez único en su especie ya que se suponía que estaban extintos hace cien años.
-Es imposible que usted se quede con él ya que necesita vivir en un espacio más abierto- dice el veterinario, pero el pescador decidió dejárselo.

Los meses pasan y el pescador se "encariñaba" cada vez más con Pira. Pero Pira no se encontraba en  buenas condiciones. El pescador se dio cuenta que haberlo tenido en una pecera no había sido una buena idea, por lo que a la mañana siguiente decidió devolverlo a su hogar, donde estaría más cómodo.

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