domingo, 27 de noviembre de 2016

Un caso sobrenatural

Por Gabriel Ludueña Sanchez

Siempre me acuerdo de ese momento en el que era joven y practicaba MMA, siempre me gustó. Pero tenía miedo a practicar este deporte, ya que era muy riesgoso. Mientras tanto yo soñaba con que era el campeón,  el mejor de todos, pero siempre llegaba la hora de levantarse y volvía todo a la realidad.
Hasta que un día decidí a dejar el pasado atrás, con todos los miedos y todo, y fui y me anote en un academia de MMA. Al principio todo era nuevo para mí, me costaba horrores poder ganar estado físico ya que nunca había hecho ningún deporte.
Mientras tanto no descuidaba mis estudios, ya estaba en 5to año y ya me quedaba solo un año por cursar. Un día con el colegio fuimos a una visita que recibimos del laboratorio más importante de Córdoba, para observar cómo se trabaja en esos lugares. Mientras recorríamos el lugar, no podía faltar ese típico compañero bromista que por estar jugando con otro compañero me empujó a mí y caí sobre una superficie en donde se concentraba una alta cantidad de rayos gamma. Al caer sentí una fuerte descarga de electricidad en mi cuerpo y luego me desmaye, por suerte no morí, los médicos decían que se trataba de algo extraño porque  no hay ningún ser humano que pueda resistir esa descarga eléctrica porque le reventaría el corazón.

Luego de unos meses de recuperación, volví a retomar mis entrenamientos, pasaban los días y sentí como que había cambiado algo en mi cuerpo, porque con un solo mes de entrenamiento mejore mis habilidades con las MMA de una manera abismal, la cual me sorprendí mucho y empecé a  hacerme una serie de preguntas como: ¿será que por la descarga que recibí de rayos gamma allá hecho que cambiara algo en mi cuerpo?, ¿estaré soñando? ¿Se estarán cumpliendo mis sueños? Etc. Todo esto pasaba por mi cabeza, pero de todas formas yo contento por mis avances continúe practicando y perfeccionándome, que con un solo año de entrenamiento logre entrar en la liga nacional de UFC profesional, todo era muy sorprendente porque cada vez mejoraba más, más y más que llegué  a ser el mejor luchador del mundo con solo 20 años, no había persona en el mundo que pudiera vencerme. Luego de que pasaron los años y de que nadie pudiera vencerme me retire  de las MMA con 80 años de edad y consagrado como el único luchador de la historia que nunca perdió una pelea.

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