domingo, 27 de noviembre de 2016

Un pajarito soñador

Por Melani Cisneros

Jorge era un pajarito que soñaba con volar, pero había dos cosas que se lo impedían: su miedo y su inseguridad. Él soñaba con ser como los demás pájaros, con emprender viajes y volar alto. Él pensó que nunca lograría su sueño por sus miedos e inseguridades.
Un día Jorge estaba con sus padres e intentó volar desde la rama más alta del árbol de su casa. Tomó distancia, abrió sus alas y se tiró.
-Mueve tus alas hijo, tú puedes- le dijo su madre.
Jorge como las otras veces que había intentado no pudo volar y cayó en un charco de agua.
Al amanecer su padre entró al cuarto de Jorge y se sentó en su  cama
-Jorge es imposible que no sepas volar, eres un fracaso- le dijo su padre.
Jorge entre lágrimas le dijo -Yo sé que podré volar-.
-No creo que lo logres- Exclamó su padre cerrando la puerta.
Al día siguiente Jorge decidió ir caminando a la casa de su abuelo a quien le pediría ayuda
-Hola abuelo, necesito preguntarte algo- dijo Jorge.
-Sí, ¿Qué pasa Jorge?- le pregunto su abuelo.
-Quería preguntarte cuál es el secreto para aprender a volar-.
-Mi secreto para aprender a volar es creer en mí mismo, no hay miedo ni inseguridad que valga. El truco esta en intentarlo varias veces, ignorando lo que dice la gente y lo fundamental no temerle al fracaso- le consejo su abuelo.
Jorge muy contento y motivado decidió intentarlo nuevamente desde la rama del árbol de la casa de su abuelo. Tomó distancia, se abalanzó hacia el piso y abrió sus alas sin miedo ni inseguridad.
-¡Tú puedes Jorge, tú puedes!-Le gritó su abuelo.
Jorge empezó a volar. El ya no tenía miedo, estaba seguro de sí mismo y aprendió que creyendo en él mismo llegaría tan lejos que nada ni nadie lo detendrían.
Al finalizar el día se acostó en su cama y entró su padre a darle las buenas noches como siempre lo hacía.
-Hijo quiero que sepas que me siento orgulloso de ti, perdóname por no creer que podrías- dijo el padre secándose las lágrimas.
-¿Sabes qué papá? te perdono y ahora lo que me causaba miedo e inseguridad me da gracia- le dijo  Jorge riéndose a carcajadas.

Se dieron un abrazo fuerte y Jorge se fue a dormir muy contento como nunca lo había estado. Fue su mejor día, fue el día en que aprendió a creer en él mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario